La medida en que el cristal refracta la luz depende de la longitud de onda de esta. Por esta razón diferentes colores de luz se enfocan en puntos ligeramente diferentes, produciendo como resultado el fenómeno de la aberración cromática (ese halo de color que es particularmente visible en los teleobjetivos). La mayor parte de las aberraciones cromáticas se pueden eliminar combinando un elemento de lente convexo de alta refractividad con un elemento cóncavo de baja refractividad. Sin embargo, la aberración cromática residual conocida como espectro secundario todavía puede permanecer. Para minimizar este espectro secundario, que puede ser un inconveniente serio en ópticas convencionales, los objetivos SIGMA cuentan con hasta tres tipos de cristal exclusivo de baja dispersión que ofrecen un rendimiento superior: ELD (dispersión extraordinariamente baja), SLD (dispersión baja especial) y FLD (baja dispersión F). En particular, el cristal FLD ofrece una dispersión ultrabaja en combinación con una alta transmitancia y las características de dispersión anómala de la fluorita. El empleo meticuloso de estos tipos de cristales exclusivos de baja dispersión y la optimización de su distribución proporcionan a las ópticas de SIGMA un rendimiento de imagen superlativo que no se ve afectado por la aberración cromática residual.

El revestimiento Súper Multi Capa propio de SIGMA elimina los destellos (flare) y las imágenes fantasma (ghosting) al evitar que se produzcan reflejos dentro de la óptica. Todos los objetivos SIGMA actuales presentan esta tecnología. En cámaras digitales, el flare y el ghosting pueden estar causados también por los reflejos que se producen entre el sensor de imagen y la superficie de las lentes. Aquí también es altamente efectivo este recubrimiento de SIGMA, garantizando la obtención de imágenes con un asombroso contraste.

El motor hipersónico (HSM) de SIGMA utiliza ondas ultrasónicas para impulsar el mecanismo de enfoque automático. Su funcionamiento extremadamente silencioso contribuye a la discreción del equipo, mientras que su elevado par garantiza una rápida respuesta del AF. Tras completarse el proceso de enfoque automático, basta un giro del anillo para anularlo y pasar rápidamente al enfoque manual, obteniendo un mayor control sobre la escena.

La forma poligonal de un diafragma de iris convencional hace que los puntos de luz desenfocados sean justamente poligonales. Un diafragma redondeado, en cambio, está diseñado para producir puntos de luz redondos fuera de foco cuando nos acercamos a la máxima apertura. Esto crea un atractivo efecto bokeh en muchas situaciones, como cuando fotografiamos a alguien con una superficie de agua desenfocada al fondo en la que se refleja la luz.

La montura de latón combina alta precisión con una construcción robusta. Su superficie tratada y su resistencia mejorada contribuyen a la durabilidad excepcional de esta óptica.